La
preparación física es apenas la forma visible
de la preparación prematernal.
Es
otra forma intima y oculta que requiere atención.
Las
madres saben, si la oportunidad les es propicia, conectarse
profundamente con el bebé que está en su seno.
Abrir
la respiración, ampliar la circulación flotar
y sentirse inmersa es el modo que permite a la gestante
dejarse fluir y así compartir profundamente cuerpo,
psiquis y espíritu con el serque está gestando.
La
futura mamá cierra los ojos que miran hacia fuera
para abrir los ojos que miran su interior.
Ejercitar
la fuerza y controlarla, ayuda a dominar la ansiedad del
momento y a preparar su reserva potente para el momento
cumbre del alumbramiento.
Y
jugar el espacio interno es para ella imaginarse y sentirse
como el bebé que existe inmerso dentro de la piscina
intrauterina.
Es
dulce imaginarlo Y más dulce será la recepción
del hijo, tan esperado.
El
control de la respiración es siempre control de la
emoción, y más aún para la madre conciente
que se alimenta, respira y descansa por dos (o más?).
Imaginarse desde dentro, Fantasear y Sentirse como el bebé
aún unido por el cordón umbilical... e imaginar
también un desprendimiento sin angustia ayudará
a que sea también, serena y dulce la realidad futura,
cuando recupere el sentirse unida en el abrazo y el amamantamiento
con el hijo ya nacido.