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¿Por qué llevamos a nuestro bebé a Matronatación?
"Yo me acerqué a Matronatación porque desde antes que naciera (el) Agustín, habíamos concordado con mi marido que lo íbamos a llevar a aprender en cuanto el pediatra nos diera el OK."

"En realidad el gran nadador de la familia es mi marido. Él hacía competencia desde chico y yo me defiendo bastante. También me interesó saber que al acompañar al bebé yo adquiriría mejor desenvolvimiento en el agua.
Como resultado, el nene ama el agua y es muy prudente. Aunque sabe nadar, se nos ha recomendado cada clase en la Escuela las formas de cuidarlo y que aunque queremos que sea deportista no debemos engañarnos creyendo que por ser muy hábil puede quedar sin vigilancia en la piscina.
Sabemos que es responsabilidad nuestra, eso lo tenemos bien claro."

"Nosotros fuimos a ver como nadaban los bebés cuando yo estaba embarazada de Candela. Yo nadé todo el embarazo y queríamos con mi marido que la beba comenzara apenas se le cayera el cordoncito.
Lo hablamos con el pediatra como exige el método Matronatación y bueno...la otra parte tiene que contarla él
............
Porque es una emoción tan grande la que se siente que te quedás sin palabras.
Imaginate que Candelita tenía 14 días cuando debutó en la piscina. Pusimos el certificado del pediatra en su álbum de vida con el apto para hacer Matronatación. Empezó en mis brazos con la madre al lado pero fuera de la pileta, obviamente ella estaba todavía en el puerperio y no podía entrar. Cuando mi mujer me alcanzó a Candelita (yo la esperaba dentro del agua) casi se me caen las lágrimas. Verla tan chiquitita, tan confiada, tan relajada conmigo, que afuera siempre tenía miedo –no sé, que se me cayera o agarrarla mal.
En el agua es sensacional. Primero porque ves lo que ella disfruta y ves también a la mamá que nos miraba como dándonos la bendición.
No sé ahora cuando la veo nadando, no dejo de recordar ese momento inicial que fue importante para los tres."

"Yo pensaba esperar un poco más para llevar a Lucas a aprender. Después me enteré que la historia del invierno y las otitis no tiene nada que ver con la realidad si el agua donde metes el bebé está muy controlada y es cálida y cuando sale de la pileta se lo seca bien, oídos incluidos.
En fin, yo tuve que llevarlo urgente a los dos años y medio porque me lo aconsejó mi psicóloga. Esto es como cuando te caes del caballo, me dijo, o volvés a subir enseguida o te costará un montón volver a montar.
Tenemos pileta en el jardín. No sabremos nunca si se cayó porque tropezó o se quiso tirar, el caso es que un segundo que yo fui a recoger la manguera y lo veo en el medio de la pileta manoteando. Lo agarré de los pelos y a los gritos llamé a mi marido. Se ve que recién se había caído. Ël como si nada, quería meterse otra vez. Después me explicaron que algunos chicos si son socorridos de inmediato y uno no hace un escándalo, reaccionan así. Sin embargo es necesario que reconozcan el peligro y aprendan a cuidarse para que esto no termine en una tragedia.
Ahora los padres aprendimos también cuales son las normas de seguridad a observar y me doy cuenta que jamás debí distraerme aquel día para arreglar la manguera.
Gracias a Dios ahora sabe nadar y nosotros sabemos cuidarlo."

"Soy mamá de gemelas y como te imaginarás los tres primeros meses me la pasé corriendo de un lado a otro hasta que con mi marido, mi mamá y Amelia, la señora que colabora conmigo, armamos por fin la mejor rutina que pudimos y en verdad....funciona!
Entre darles la teta, bañarlas y dormirlas te aseguro que no me quedaba lugar para pensar en nada más.
Ya habíamos planeado que educación queríamos para ellas y en cuanto se calmó la casa y estuvimos más organizados nos acercamos a Matronatación.
Creo que ha sido fundamental para la crianza sobre todo porque contrariamente a lo que todos nos decían (verás que son idénticas), se nos aconsejó mantenerlas muy juntas y no luchar por diferenciarlas artificialmente con la ropa, con los lugares para dormir, con la forma de hablarles..... Al mantenerlas muy juntas dentro de la piscina en lugar de tomar por vez a cada una, ellas se tranquilizaban instantáneamente. Seguimos la misma conducta en casa y así al verlas juntitas comenzamos a diferenciarlas por su personalidad y por los gestos y expresiones más que por lo externo. Ahora mismo al nadar lo hacen cada una a su manera y hasta los juegos, aunque comparten tienen para nosotros, el padre y yo, claras diferencias."

"Nuestro primer bebé Manuel, nació con síndrome de Down. A pesar del golpe emocional que significó para nosotros saberlo, nunca aflojamos y hemos tratado de brindarle lo mejor de nuestro afecto y no dudamos cuando el médico nos aconsejó la actividad.
Yo sabía que era importante comenzar bien temprano pero el tuvo un problemita cardíaco y recién a los ocho meses pudimos iniciar. Hoy él tiene 5 años y dos hermanitos espectaculares que lo han seguido en el aprendizaje. Cuando lo vemos nadar no podemos ocultar el orgullo porque Manuel no solo disfruta y ama el agua sino que hasta sus hermanos lo admiran cuando por ejemplo al bucear siempre logra sacar los juguetes, aún de lo más profundo de la pileta.
Matronatación nos permitió compartir las clases con familias con chicos normales. Los otros padres nos alentaron, sentimos su simpatía y “buena onda” y no hablar de los otros bebés que llenaron a mi hijo de cariño. Creo que socialmente también nos vino muy bien."

"Tengo que confesar que yo traje a Bianca para poder tener un espacio a compartir solo con ella, y éste me pareció adecuado porque es alegre, higiénico, exclusivo para chicos, en fin consulté a mi pediatra y le pareció excelente como forma de alimentar el vínculo entre ella y yo, dado que yo trabajo casi todo el día.
Lo que nunca me propuse era que Bianca aprendiera a nadar. Empezamos cuando ella tenía 3 meses, justo cuando corté mi licencia por maternidad y reconozco que el primer mes nos pasábamos haciéndonos mimos. Y sin saber que ya estaba aprendiendo Matronatación, al mes y medio (no había cumplido los 5) ya era capaz de ir bajo el agua con una tranquilidad asombrosa.
A los 8 meses se largó a nadar y eso que ni siquiera se paraba.
Encontramos sí, el espacio afectivo que yo necesitaba.
Pero además de eso, Bianca realizó un verdadero despertar. Es natural que los bebés usen su inteligencia si están bien estimulados y me parece que ese es el punto: ni de más ni de menos."


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